Perenco es una empresa franco-británica poco conocida, pero muy poderosa. Se presenta como "el primer grupo independiente europeo de petróleo y gas" y opera en 14 países de todo el mundo. Entre sus negocios está la mayor explotación petrolífera terrestre europea, en Inglaterra, y varias plataformas de gas en el Mar del Norte.
El éxito de la multinacional hizo ricos a sus propietarios: la familia Perrodo, que ha acumulado su fortuna lejos de los focos mediáticos y del escrutinio público.
Una de las razones de su discreto ascenso es que Perenco no cotiza en bolsa. Por ello, el grupo está libre de las normas de transparencia que afectan a otros gigantes petroleros como Shell o Total, que se enfrentan a amplias críticas de la opinión pública. Y al contar con menos de 10.000 empleados en todo el mundo, el grupo tampoco está sujeto a las leyes francesas que obligan a las grandes multinacionales a enumerar los riesgos asociados a sus actividades en el extranjero.
Todo esto hace que los intentos de escrutinio de las operaciones de la empresa sean particularmente difíciles. Sin embargo, merece la pena investigar el negocio de Perenco, un grupo que está especializado en la explotación de activos maduros de los que se desprenden otras grandes petroleras debido al envejecimiento de sus instalaciones y a la disminución de sus reservas.
Esta investigación periodística, realizada por Investigate Europe y el medio francés Disclose, arroja luz sobre la huella de la empresa en el mundo, incluidas las acusaciones por sus actividades contaminantes, las estructuras societarias en paraísos fiscales y los vínculos políticos. Los negocios de los Perrodo también llegan a España, puesto que esta familia controla una parte significativa de las inversiones de la inmobiliaria Kronos, cuya imagen es la influencer Tamara Falcó.